Las personas que apuestan por emprender, deben declinarse por diferentes opciones en los primeros meses de su porvenir profesional. Entre las primeras elecciones, está la manera jurídica que adoptará, autónomo o sociedad limitada. Las diferencias son múltiples, pero quizá las que más repercuten son los costos, concretamente, los impuestos que llevan asociados las dos figuras. Ahora, examinamos como pagar menos impuestos en una Sociedad Limitada o de Autónomo para facilitar la solución a tomar.
Como pagar menos impuestos en una Sociedad Limitada
De primeras, el costo de constitución es mayor en el caso de las sociedades limitadas. Registrarse como autónomo, no supone costo alguno, al paso que formar una sociedad limitada implica múltiples gastos. Primeramente, el encargado de la sociedad tendrá que inscribir la sociedad en el Registro Mercantil, un paso que lleva aparejado un costo y a través del que la empresa reserva la denominación para incapacitar a que otros la utilicen. Además de esto, es preciso establecer los estatutos de la sociedad, que incluyen información relevante, como el domicilio y el capital social, la denominación o el objeto social, entre otras muchas.
Pero el mayor costo del comienzo de una Sociedad Limitada, es la escritura pública de constitución, que obligatoriamente se efectuará frente a un notario, con el costo que lleva asociado, y que implica el depósito del capital social. En este tipo de sociedades, la aportación mínima de capital ha de ser tres mil euros. Tras esos pasos, los asociados tendrán que solicitar el NIF definitivo de la Sociedad, registrarse en el Impuesto de Actividades Económicas, estos trámites son gratis, e inscribirse en el Registro Mercantil provincial que corresponda, para lo que sí se va a deber pagar un costo que cambiará conforme la localización.
Te contamos, cómo pagar menos impuestos en una Sociedad Limitada
A pesar de que el alta como trabajador por cuenta propia es gratis, en el primer mes ya hay que realizar el primer pago, si bien no es un impuesto: la cuota de autónomo. Alén de las obligaciones en frente de la Seguridad Social, los autónomos deben aceptar costos fiscales, que van a ser variables en función de los ingresos. Uno de los impuestos que implican un costo para los autónomos es el IRPF. El autónomo tendrá que presentar la declaración de la renta, en la que los tipos cambian entre el diecinueve por ciento y el cuarenta y cinco por ciento.
Ahora, examinamos como pagar menos impuestos en una Sociedad Limitada o de Autónomo para facilitar la decisión a tomar.
Al contrario, los costos fiscales de la Sociedad Limitada dependen primordialmente del Impuesto de Sociedades (IS). Los dueños de Sociedades Limitadas actúan como personas jurídicas, por lo que los ingresos de estas sociedades no repercuten en su declaración del IRPF, no así los ingresos que puedas percibir como remuneración de tu trabajo en la sociedad. De este modo, desde la Sociedad Limitada va a haber que contestar al IS, que en la actualidad cuenta con un tipo general del veinticinco por ciento, si bien hay tipos reducidos si se cumplen algunos requisitos.
La diferencia entre tributar por el IRPF o por el IS es esencial. En el primer caso el impuesto es progresivo y van a pagar más aquellos que más facturen, al tiempo que la sociedad tributa por un tipo fijo independientemente de los ingresos. Esto último afecta en especial a las pequeñas y medianas empresas en sus primeros años cuando el nivel de facturación es aún bajísimo.
Impuestos en común
Uno de los impuestos que tienen en común tanto los autónomos como las sociedades limitadas es el Impuesto sobre Actividades Económicas. Como su nombre señala, grava cualquier actividad económica efectuada tanto por una persona física como jurídica. El tipo que se aplica, va a depender del apartado en el que se encuadre la actividad que desarrolle la empresa, si bien la legislación incluye exenciones.
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Además de esto, al efectuar una actividad económica, todo autónomo o sociedad jurídica tendrá que liquidar trimestralmente el IVA. Hoy en día existen 3 tipos diferentes: el general del veintiuno por ciento; el reducido del diez por ciento, para productos alimentarios, sanitarios, recursos de uso agrícola, forestal o ganadero, o para el transporte; y el superreducido del cuatro por ciento, para recursos de primera necesidad. En el caso de los trabajadores por cuenta propia, cada 3 meses tendrán que abonar el IVA que han pagado los clientes del servicio en las facturas, del que se va a poder inferir el IVA soportado, haz clic para mas info.
Mas allá de los costos de constitución o fiscales, los emprendedores deben valorar otras cuestiones. Una de ellas es la responsabilidad. Los trabajadores por cuenta propia tienen responsabilidad ilimitada, lo que repercute sobre su patrimonio en el caso de deudas pendientes. Por contra, la Sociedad Limitada, como detalla su nombre, limita su responsabilidad al patrimonio de la empresa, sin que el asociado o asociados se vean perjudicados en el caso de deudas.